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El Prof. Dr. Bernd Mayer habla claro en una nueva entrevista que introduzco aquí (su dirección IP, que es un “dato personal” según la Ley de Protección de Datos, sólo se transmitirá a Youtube si usted ve la película, no si visita esta página de blog).
Para los que no tienen tiempo, he aquí una clara afirmación sobre la cuestión de si los humos “desde un punto de vista científico” son en realidad tan dañinos como el fumar, como todavía se afirma en los círculos interesados.
“Ni siquiera creo que tengas que ser un científico. Sólo hace falta un poco de sentido común para ver que el humo de la combustión es más dañino que la niebla. Los cigarrillos electrónicos producen una niebla, un aerosol de gotas líquidas que carecen de productos de combustión. En principio, un estudio no es necesario! Incluso en épocas en las que todavía no había estudios, recomendé expresamente a todos los fumadores que se cambiaran a E-cigarrillos. Porque es obvio que esto es menos dañino. Eso también está completamente claro, ¡y todo el mundo está de acuerdo! La resistencia viene de la política, de la industria farmacéutica, de varios grupos de presión, que por supuesto tienen pérdidas si los fumadores ya no fuman, sino vapor.”
Incluso los nuevos productos de tabaco que sólo calientan el tabaco y no lo queman, como el IQOS by Phillip Morris, son significativamente menos dañinos que el fumar, y sólo ligeramente más dañinos que el vapor. Ambas alternativas son en cualquier caso un 90% más inofensivas que el tabaco, dice el Prof. Dr. Bernd Mayer.
Mis experiencias con el IQOS
Tuve la oportunidad de probar los Icos, no porque escriba aquí, sino porque estaba en una gasolinera donde un promotor se me acercó y me dejó probar estas partes. (Si no lo sabes, puedes ver el video de comparación. “IQOS by Philip Morris gegen E Zigarette – Was ist besser für Anfänger / Umsteiger” recomendados. Lea los comentarios también! Se hace evidente que el ICOS no se evapora realmente, sino que muere a 300 grados – CON los residuos tal como los conocemos por el tabaquismo).
Mi entusiasmo era muy limitado:
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- Al inhalar casi no se siente nada, en comparación con el líquido en un vapor regulable (!).
- El manejo de la carga constante en el trípode y la inserción de nuevas varillas es complicado.
- Los “sticks” permiten entonces unos 12 movimientos, para que estén listos y se carguen en el siguiente palo.
- Las varillas terminan en el cenicero, por lo que no hay que producir residuos.
- Sólo hay unos pocos sabores de tabaco – ¡y ninguno más!
- Todo el sistema es pecaminosamente caro! 20 palos de 6 euros – más o menos lo mismo que los cigarrillos!
Como ventaja, algunos pueden ver que el ritual de “fumar cigarrillos” es imitado. Para mí, sin embargo, el vapor es una liberación deseada de estas restricciones: sabores infinitos, costos extremadamente bajos (si no se hace un viaje más alto – más rápido – y “vaporizante en la mejilla” clásicamente) y dispositivos que no tengo que “operar” todo el tiempo.
Así que, ¡vamos! 🙂
